La situación que vivimos actualmente a nivel mundial a causa del COVID-19, ha trastocado todo. Planes emergentes se han tenido que poner en práctica a nivel económico, de salud, política, educativa y social. Si bien, en un inicio la principal preocupación radicaba en cuidar nuestra salud y la de los nuestros, el anuncio de que los hijos se quedaban en casa llevando su educación en línea, contribuyó a aumentar nuestro estrés, pues nos cuestionábamos cómo es que lograríamos combinar nuestras responsabilidades laborales y/o del hogar, con la guía y atención académica de nuestros hijos, al mismo tiempo que los manteníamos ocupados, entretenidos y felices, todo esto sin salir de casa.
Estar con nuestros hijos siempre traerá múltiples beneficios, pues se fortalece el vínculo entre padres e hijos, lo que brinda a los niños seguridad y emociones positivas. Pero el estar compartiendo el 100% del tiempo, espacio y actividades en el encierro, pudiera tal vez generar angustia por no saber qué y cuál es la mejor manera de tenerlos ocupados a la vez que todos seamos funcionales, pero sobre todo que nuestros hijos pasen días en armonía pese a las adversidades que vivimos a causa de la pandemia.
Es importante recordar, que el mantenerse organizados, siguiendo una rutina es lo que nos permite a todos que nuestros días transcurran con fluidez. Es importante fomentar el que cada uno se haga responsable de sus actividades cumpliendo con lo que nos toca en los tiempos acordados.
Si en casa hay niños de edad escolar, te sugerimos:
Explicarles la importancia de quedarnos en casa
Hablar sobre la situación que se vive y las causas del porqué hay que resguardarnos. Siempre procurando hablarlo de acuerdo a la edad del niño, no alarmando y siendo muy concretos en la información.
Mantener un horario para dormir y despertar
Este horario puede ser más flexible al de días habituales, pues a causa de la pandemia nos ahorramos los traslados escuela – casa – escuela, el salir a actividades vespertinas, entre otros. Este horario también deberá ser establecido de acuerdo a los ritmos y tiempos que se manejen dentro de cada familia.
Tener un plan de actividades recreativas
Una vez que hayan concluido con sus tareas académicas, podemos organizar actividades para que nuestros hijos puedan tener una tarde agradable.
A continuación les presento algunas ideas, que se pueden ajustar de acuerdo a las edades de nuestros niños:
- Armar rompecabezas o legos
- Realizar sopas de letras o crucigramas
- Colorear, realizar una pintura
- Decorar alguna área de su habitación
- Usar plastilina
- Ver alguna serie en tv o película (apropiada para la edad)
- Jugar un videojuego (apropiado a la edad)
- Realizar una manualidad
- Tarde de alberca
- Juego con globos de agua.
- Involucrarlos mientras realizamos alguna receta de cocina.
Establecer un tiempo “sin actividad”
Así como es importante tener actividades para que los niños realicen, es igual de importante que les dejemos tiempos en donde no tengan algo planeado, y así ellos puedan decidir qué quieren hacer. Con esto se fomenta la creatividad e ingenio de nuestros niños permitiéndoles desarrollar su juego libre.
Mantener momentos para convivir todos como familia
No olvidemos el fomentar las charlas durante la comida o la cena. Establecer una actividad en donde la regla sea la participación de todos los miembros de la familia, por ejemplo:
- Jugar un juego de mesa
- Ver una película
- Regar y limpiar el jardín
- Jugar caras y gestos
- Acampar en el patio o jardín de la casa.
- Hacer una fogata (lunada) y comer bombones asados
Definitivamente esta situación es extraordinaria, y nos ha retado a sacar nuestros mejores recursos emocionales para sobrellevarlo. Hay que tomarlo con clama, entender que cada quien realiza su mejor esfuerzo. Si durante estos días les ha sido posible aprender algo ¡felicidades!, si no ha sucedido, ¡no pasa nada! No son competencias, recordemos que lo más importante es mantenernos unidos como familia, pese a las circunstancias.
Nuestros hijos recordarán esta pandemia, por ser un hecho sin precedentes, y que mejor que llenar su baúl de recuerdos con los momentos más divertidos, chuscos, alegres y originales que vivieron como familia durante los días del “quédate en casa”, pues al fin de cuentas el gran reto que tenemos como sociedad es formar personas íntegras y felices.